Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
LA FLORIDA DEL INCA



Comentario

LA FLORIDA DEL INCA




HISTORIA DEL ADELANTADO

HERNANDO DE SOTO, GOBERNADOR

Y CAPITÁN GENERAL DEL REINO DE LA FLORIDA,

Y DE OTROS HEROICOS CABALLEROS ESPAÑOLES E INDIOS,

ESCRITA POR EL INCA GARCILASO DE LA VEGA,

CAPITÁN DE SU MAJESTAD,

NATURAL DE LA GRAN CIUDAD DEL COZCO,

CABEZA DE LOS REINOS Y PROVINCIAS DEL PERÚ





AL EXCELENTÍSIMO SEÑOR

DON TEODOSIO DE PORTUGAL,

DUQUE DE BRAGANZA Y DE BARCELÓS, ETC.





Por haber en mis niñeces, Serenísimo Príncipe, oído a mi padre y a sus deudos las heroicas virtudes y las grandes hazañas de los reyes y príncipes de gloriosa memoria, progenitores de Vuestra Excelencia, y las proezas en armas de la nobleza de ese famoso reino de Portugal, y por haberlas yo leído después acá en el discurso de mi vida, no solamente las que han hecbo en España, mas también las de África, y las de la gran India oriental y su larga y admirable navegación, y los trabajos y afanes en la conquista de ella y en la predicación del Santo Evangelio los ilustres lusitanos han pasado, y las grandezas que los reyes y príncipes para lo uno y para lo otro han ordenado y mandado, he sido siempre muy aficionado al servicio de Sus Majestades y a todos los de su reino. Esta afición se convirtió el tiempo adelante en obligación, porque la primera tierra que vi cuando vine de la mía, que es el Perú, fue la de Portugal, la isla del Fayal y la Tercera, y la real ciudad de Lisbona, en las cuales, como gente tan religiosa y caritativa, me hicieron los ministros reales y los ciudadanos y los de las islas toda buena acogida, como si yo fuera hijo natural de alguna de ellas, que, por no cansar a Vuestra Excelencia, no doy cuenta en particular de los regalos y favores que me hicieron, que uno de ellos fue librarme de la muerte. Viéndome, pues, por una parte tan obligado y por otra tan aficionado, no supe con qué corresponder a la obligación ni cómo poder mostrar la afición sino con hacer este atrevimiento (para un indio demasiado) de ofrecer y dedicar a Vuestra Excelencia esta historia. A lo cual no me dio poco ánimo las hazañas que en ella se cuentan de los caballeros hijosdalgo naturales de ese reino que fueron a la conquista de la gran Florida, que es razón que se empleen y dediquen digna y apropiadamente para que, debajo de la sombra de Vuestra Excelencia, vivan y sean estimadas y favorecidas como ellas lo merecen.

Suplico a Vuestra Excelencia que con la afabilidad y aplauso que vuestra real sangre os obliga se digne de admitir y recibir este pequeño servicio y el ánimo que siempre he tenido y tengo de verme puesto en el número de los súbditos y criados de la real casa de Vuestra Excelencia. Que haciéndose esta merced como la espero, quedaré con mucbas ventajas gratificado de mi afición, y, con la misma merced, podré pagar y satisfacer la obligación que a los naturales de este cristianísimo reino tengo, porque mediante el don y favor de Vuestra Excelencia seré uno de ellos. Nuestro Señor guarde a Vuestra Excelencia mucbos y felices años para refugio y amparo de pobres necesitados. Amén.



EL INCA GARCILASO DE LA VEGA